miércoles, 8 de noviembre de 2017

NUEVO LIBRO: Patrimonio cultural, turismo y recreación. El espacio vivido de los bahienses desde una perspectiva geográfica



Nos es grato contarles acerca de la publicación de un nuevo libro del compañero y colega Andrés Pinassi. Desde una mirada integral, el autor aborda en esta obra, el análisis del binomio: patrimonio cultural-ocio, presentando un enfoque innovador desde la perspectiva de los espacios subjetivos. Además de desarrollar una interesante metodología para el abordaje del espacio vivido en una ciudad intermedia, realiza un tratamiento general, a nivel teórico-conceptual, que puede interesar a cualquier investigador que aborde la temática en tratamiento. De esta manera, seguimos sumando aportes para mejorar el mundo del turismo que tanto nos apasiona.


Contratapa
El patrimonio cultural configura el legado de una sociedad, producto de su expresión a través de disímiles técnicas y procesos, que dan como resultado un conjunto de bienes y expresiones que forman parte de la identidad colectiva. El sentido patrimonial lo estructura la propia comunidad, a partir de la valorización que realiza de dichos componentes. El turismo y la recreación, como prácticas de ocio, constituyen actividades de gran implicancia espacial que pueden contribuir a la preservación de estos sitios cargados de valor formal e inmaterial.
Bahía Blanca, localizada en el Sudoeste de la provincia de Buenos Aires (Rep. Argentina), se conforma como el principal centro urbano de la región, abastecedor de servicios a toda su área de influencia. Su origen estuvo ligado al avance sobre la frontera del “desierto”, en el proceso de conquista del territorio nacional; y su configuración socio-espacial, al igual que gran parte de las ciudades en Argentina, se vinculó a los devenires económicos y sociales, marcados por el contexto nacional e internacional. Es así, que se reflejan a escala local, diferentes componentes materiales y manifestaciones culturales, resultado de dicha construcción territorial.
Si bien la ciudad alberga importantes atributos en este sentido, la carencia de reconocimiento e identificación por parte de la población local, para con este conjunto de bienes y expresiones, determina una escasa valorización social de los mismos, traducida ésta en la inexistencia de un espacio subjetivo interceptado por dichas cualidades culturales.
Desde la perspectiva del ocio, el turismo y la recreación, se presentan como alternativas de revitalización de este conjunto de componentes. En este contexto, el libro contribuye a la configuración de un nuevo espacio turístico recreativo en la ciudad de Bahía Blanca, arraigado en la valorización del patrimonio cultural local, teniendo como base de análisis el espacio vivido de los residentes. En este sentido, se intenta dar respuesta a dos grandes interrogantes que giran en torno al binomio: ocio-patrimonio cultural: ¿La carente valorización del patrimonio cultural de los residentes de la ciudad de Bahía Blanca, se traduce en la estructuración de un espacio vivido configurado por componentes que guardan escasa o nula relación con el acervo cultural local? ¿El turismo y la recreación ocupan un lugar relevante en el uso social del patrimonio de la ciudad?
Este libro constituye una herramienta útil tanto a docentes e investigadores del ámbito académico-científico, en sus distintos niveles, como también a profesionales de la esfera pública y privada encargados de la gestión patrimonial y turística. Por otro lado, es un documento que puede importar al lector general, interesado por las temáticas históricas de la localidad y los usos o alternativas posibles para volver a darles vida.

Índice

Presentación (Dra. Patricia Ercolani, UNS)
Prólogo (Prof. Rodolfo Bertoncello, UBA-CONICET)
Introducción

Capítulo I: La geografía del turismo y su objeto de estudio
1. Definiendo el paradigma geográfico
1.1. La geografía del turismo como campo geográfico adoptado
2. Turismo: una aproximación conceptual
3. Definiendo el espacio turístico
4. La recreación como forma de ocio
5. A modo de síntesis

Capítulo II: Espacio vivido y espacio vivido patrimonial: aportes para su conceptualización
6. ¿Qué es el espacio vivido?
6.1. Aportes para la conceptualización de un espacio vivido patrimonial
7. Mapas mentales o cognitivos
8. A modo de síntesis

Capítulo III: Patrimonio cultural, identidad y turismo
9. Patrimonio cultural: acepciones conceptuales y constructos vinculantes
9.1. Hacia el origen del concepto de patrimonio
10. ¿Qué entendemos por cultura e identidad?
11. Turismo, identidad y patrimonio: un acercamiento a sus relaciones
12. A modo de síntesis

Capítulo IV: Bahía Blanca como territorio bajo estudio
13. ¿Cuál y cómo es el área de estudio? Aproximándonos a una caracterización
13.1. Configuración socio-espacial del área de estudio
13.2. Caracterización demográfica
13.3. Otras características geográficas y económicas
14. A modo de síntesis

Capítulo V: Los espacios bahienses de relevancia histórica
15. Los componentes del patrimonio cultural
15.1. Patrimonio arquitectónico urbano
15.2. Patrimonio industrial
15.3. Patrimonio verde urbano
15.4. Patrimonio religioso y funerario
16.5. Patrimonio cultural inmaterial
15.6. Otros patrimonios: los nuevos
16. Protección legal del espacio patrimonial a escala local
17. A modo de síntesis

Capítulo VI: El espacio turístico recreativo a escala local
18. La configuración del espacio turístico recreativo bahiense
19. Gestión del espacio turístico recreativo
20. Hacia una caracterización de la demanda turístico recreativa
21. A modo de síntesis

Capítulo VII: Análisis de la planificación urbana en Bahía Blanca
22. Identidad, patrimonio cultural, recreación y turismo en los planes y documentos de desarrollo local
22.1. Primer Plan Regulador (1909)
22.2. El llamado Plan Director (1949)
22.3. Informe de la Misión Nº 40 de la O. E. A. (1959)
22.4. Plan de Desarrollo de Bahía Blanca (1970)
22.5. Reformulación del Plan de Desarrollo Urbano de Bahía Blanca (1986)
22.6. Plan Estratégico Bahía Blanca (2000)
22.7. Agenda de Desarrollo Local (2006)
22.8. Plan Particularizado para el Desarrollo de los Grandes Vacíos Urbanos de Bahía Blanca (2006)
22.9. Plan de Desarrollo Local Bahía Blanca (2009)
22.10. Plan Director del Periurbano Bahiense y Centros de Interés Turístico Ambiental del Partido de Bahía Blanca (2010)
23. A modo de síntesis

Capítulo VIII: Representación urbana y valorización de espacios patrimoniales y recreativos
24. Análisis del espacio vivido de los residentes de Bahía Blanca ¿Qué lugar ocupa el patrimonio cultural y la recreación?
24.1. Segmento niños (6 a 11 años)
24.2. Segmento adolescentes (12 a 18 años)
24.3. Segmento adultos (19 a 59 años)
24.4. Segmento adultos mayores (mayores a 59 años)
25. A modo de síntesis

Capítulo IX: Algunos comentarios y nuevas perspectivas de análisis
26. Reflexiones finales y propuestas de futuro

27. Referencias bibliográficas

PUNTOS DE VENTA EN BAHÍA BLANCA Y EL RESTO DEL PAÍS: Ediuns (Editorial de la Universidad Nacional del Sur): http://www.ediuns.uns.edu.ar/ventas.asp


miércoles, 14 de junio de 2017

NUEVO LIBRO: Política Turística y Turismo Social, Una Perspectiva Latinoamericana, por Erica Schenkel



NUEVO LIBRO: Política Turística y Turismo Social, Una Perspectiva Latinoamericana, por Erica Schenkel

Con mucho agrado recibimos la publicación de este libro. Además de ser obra de una de nuestras colaboradoras, implica de alguna manera un logro para todas aquellas personas que desde diferentes lugares nos preocupamos por el abordaje social del turismo, tantas veces marginado por los intereses editoriales. Un logro también para aquellos que abordamos y revindicamos la necesidad de construir una perspectiva latinoamericana del turismo, que, sin desconocer los abordajes provenientes desde otras latitudes, tenga la capacidad de construirse a partir de nuestras propias virtudes y desafíos. Como argumenta Rodlfo Bertoncello en el Prólogo de la obra, el libro representa un aporte sustantivo en el ámbito de la investigación y la docencia, que permite despertar nuevos interrogantes y nuevas respuestas en el análisis crítico del turismo.

INDICE SINTÉTICO
Prólogo. Por Rodolfo Bertoncello
Introducción
Capítulo 1. El estudio político del turismo
El análisis turístico desde la ciencia política. Una visión integradora
Particularidades del análisis de políticas en América Latina
Capítulo 2. El turismo como política pública
Perspectiva histórica de la práctica de ocio
El hecho turístico como asunto público
Concepciones sobre la política turística
Finalidades públicas de la política turística
Capítulo 3.La política de turismo social
El origen del turismo social: las vacaciones como derecho universal
Acceso a las prácticas turísticas. Un derecho desigual
El turismo social como cuestión pública
Evolución de las políticas de turismo social
Capítulo 4. Turismo social en América Latina
Políticas de turismo social en América Latina
Argentina: Programa Unidades Turísticas y Programa Federal
Brasil: Viaja Mais Melhor Idade
Chile: Vacaciones de Tercera Edad y Gira de Estudio
Ecuador: Viaja Fácil
México: Un Turismo para Todos
Uruguay: Sistema Nacional de Turismo Social
Venezuela: Plan de Turismo Social
Lineamientos en torno al turismo social en la región
Capítulo 5. Análisis de la política de turismo social en Argentina
Contextualización del turismo social. Evolución de la política turística argentina
El turismo asociado a la consolidación del Estado nacional (1880-1930)
Democratización del turismo. El derecho a las vacaciones (1930-1976)
Internacionalización del turismo como actividad económica (desde 1976)
Evolución del turismo social en la agenda gubernamental argentina
Análisis de la política de turismo social poscrisis del 2001
El turismo social en la agenda pública como respuesta a la inequidad
Evaluación de la política
Reflexiones finales acerca de la política turística y el turismo social en Argentina
Conclusiones

CONTRATAPA 
El presente libro pretende echar luz sobre diferentes elementos que contribuyen al análisis científico y pedagógico de la política turística y del turismo social en América Latina, dos categorías escasamente abordadas por los cientistas sociales latinoamericanos. Está destinado a investigadores, estudiantes y formadores, así como a todas aquellas personas interesadas en explorar el apasionante y complejo entramado que circunscribe la realidad social latinoamericana.
A lo largo del recorrido de estas páginas, el turismo social se aborda como una política específica tendiente a facilitar el acceso a las prácticas turísticas de aquellos sectores que aún permanecen marginados de su disfrute. Sin omitir el caso europeo, que ha sido desde sus orígenes el epicentro de este tipo de políticas, el estudio se desarrolla atendiendo a la realidad latinoamericana, a partir de sus particularidades teóricas y prácticas. Referir al derecho al turismo desde América Latina implica hacerlo a un derecho relativo a una minoría, asociado a las tradicionales desigualdades sociales.
Desde esta realidad regional, el libro aborda la especificidad del sistema de turismo social argentino entendiendo tal política como un proceso, vinculado a la evolución de la estructura social y al desarrollo de determinadas políticas públicas, que supo ser referente en América, alcanzando un grado de desarrollo que no se repitió en ningún otro país de la región.

contacto para interesados: politicaturisticasocial@gmail.com

viernes, 29 de junio de 2012

Entrevista a Marina Cruz Blasco

Antropologa y licenciada en turismo, esta académica que actualmente reside en Chile, nos cuenta su visión del Turismo Comunitario


Qué entiende por Turismo Rural Comunitario?

Cuando se trata de dar una definición teórica, coincido con Pereiro (2011) cuando dice que el “turismo comunitario es una forma de organizar la actividad turística (no una modalidad de turismo) en la que la comunidad tiene el papel protagonista en su diseño y gestión, y en la que los beneficios obtenidos tienen aplicación, al menos parcial, en ámbitos de interés colectivo.” Una definición así concuerda con las declaraciones de los participantes en el Primer Encuentro de Turismo Comunitario en Chile, que organizamos desde Travolution y el Centro Cultural Rayen Wekeche en noviembre de 2011. En el Encuentro, la problemática de la definición de la actividad fue una de las abordadas, y lo que quedó muy claro es que debe tratarse de una definición abierta, con el denominador común de tener vocación sustentable y protagonismo de las comunidades. Por ejemplo, un aspecto que es importante señalar es que el TC no tiene por qué limitarse al ámbito rural, aunque es cierto que hasta ahora la mayoría de iniciativas se dan en contextos no urbanos. Por otra parte, está claro que algo tan abarcante plantea el desafío de ser ajustado a cada caso concreto sin traicionar su esencia y convertirse sin más en una moda, una etiqueta vacía… Junto con las comunidades, estamos tratando de dar los pasos adecuados en este sentido.

El turismo comunitario, entiende que ha contribuído a revertir en alguna medida el éxodo rural?
Las experiencias de TC son por general bastante recientes, por lo que no sería prudente afirmar aún que ha contribuido a contrarrestar el éxodo rural, y mucho menos a revertirlo. Sin embargo, cuando se desarrolla bajo parámetros de sustentabilidad, el TC puede de hecho beneficiar a un territorio y a sus gentes, por ejemplo, creando una fuente de ingresos complementaria que les evite emigrar. Pero, en mi opinión, el turismo comunitario y las grandes cifras no se llevan bien: es necesario dimensionar adecuadamente el impacto económico de este tipo de iniciativas ya que, aun en el caso de que logren insertarse con éxito en el mercado, no generarán grandes ingresos en términos absolutos y serán sostenibles en la medida en que se mantenga la pequeña escala.

Cree que puede beneficiar a las comunidades en su permanencia en el tiempo como grupo social organizado?


Turismo y movimientos de etnogénesis y de revitalización étnica se están dando a menudo de la mano, de lo que cabría deducir que las propias comunidades ven el turismo como una herramienta a través de la cual visibilizar sus señas identitarias, reforzar el sentido de pertenencia de sus miembros, o hacer reivindicaciones en ámbitos que transcienden lo turístico. En este sentido, sí creo que el TC puede contribuir a “empoderar” a las comunidades. Pero eso no es lo mismo que decir que permanecerán estáticas en el tiempo…Es más, el turismo es una práctica de mercado casi siempre nueva para las comunidades, que entre otras cosas puede generar o exacerbar disensiones y conflictos dentro del grupo. Una vez más, es necesario actuar bajo parámetros de sostenibilidad y equidad, también a nivel interno.

Cómo interpreta el creciente interés en esta modalidad de turismo?


Hay que mencionar muchos factores para intentar analizar lo que está pasando: por un lado, pienso que hay un deseo del todo legítimo por parte de las comunidades de reivindicar su papel protagonista en la gestión de una actividad (el turismo) que en cualquier caso está llegando a sus territorios y que puede tener impactos tanto positivos como negativos sobre los mismos. Por otro lado, si hay un interés que además podemos llamar creciente, es porque el TC representa muchas de las tendencias que hoy en día está experimentando la demanda, que busca experiencias vivenciales y “auténticas”, en entornos naturales bien conservados y con un fuerte componente cultural.

Cree que las expectativas cifradas son justificadas?

El hecho es que, precisamente, esas expectativas están muy a menudo “estimadas” en términos positivos, optimistas, pero no realmente “cifradas” porque son escasos los estudios de mercado específicos que permitan aportar datos sobre cómo evolucionará este nicho. Hay que ser cautos en este sentido, pues los proyectos de turismo generan fuertes expectativas, e inversiones de todo tipo dentro de las comunidades. Dicho esto, creo que es una realidad afirmar que una proporción considerable de la demanda turística se mueve cada vez más por motivaciones experienciales y criterios de sostenibilidad.

Cuál interpreta que es la intención de la  cooperación internacional al invertir  en Latinoamerica fomentando el TRC?

Parto de que la intención es contribuir al desarrollo sostenible a través del turismo. Evidentemente, hay muchos tipos de proyectos, muchas cooperaciones, mucho que decir sobre el concepto mismo de desarrollo y las consecuencias que, como intervenciones externas que son, estos proyectos pueden tener. Creo que el hecho de que la génesis de estas intervenciones sea desde abajo, que se piensen desde el largo plazo y que la lógica de mercado no sea la que prime –y que todo esto vaya más allá de un vocabulario, una retórica- es lo fundamental.

Si analizamos los principales actores que intervienen en el TC: Comunidad, poder público (a partir del impulso y promoción) y sector privado (tour operadores). Quién cree usted que es el más beneficiado con su desarrollo?

Nunca he pensado en el tipo de sinergias que  menciona en términos de “quién se beneficia más”… Creo que para que las cosas funcionen, todos tienen que sentir que ganan algo por aquello que ofrecen, aunque sin duda pienso que al hablar de turismo comunitario las protagonistas deben ser las comunidades. Un actor fundamental que no menciona son los propios turistas. En cualquier caso, puesto que considero que el TC funciona en gran medida como intercambio en el sentido profundo de la palabra, si hubiera desequilibrios grandes en los beneficios que ofrece cada parte, no habría TC.

Existen experiencias de TC en Chile? En qué medida y grado de desarrollo?

Sí las hay, aunque son incipientes por lo general. La Ecored Lickan Antay, en San Pedro de Atacama, o las experiencias mapuche de Trekaleyin, Lago Budi son algunas de las que más camino andado llevan. Varias más están surgiendo con fuerza, por ejemplo la de la comunidad pewenche de Quinquén, y otras más que como pudimos conocer en el pasado Encuentro Nacional de TC.

Cree que se puede mejorar la gestión del TC en Chile? En que aspectos?

Sin duda puede mejorar, y hay plena conciencia de ello y ganas de que así sea, como también vimos en el Encuentro. Que las diversas iniciativas estén menos atomizadas, que hagan esfuerzos de promoción y comercialización de forma conjunta, es uno de los aspectos estructurales que se pretende abordar.

El sustrato comunitario, lo constituyen poblaciones campesinas o pueblos originarios? Si es este último caso, de qué pueblos se trata?

Lo que estamos viendo hasta ahora es que las personas interesadas en implicarse en proyectos de TC pertenecen también, mayoritariamente, a pueblos originarios. Sobre todo mapuche, aymará y atacameños. Pero también personas que no son parte de estos pueblos y que viven en entornos rurales, e incluso, como le comentaba antes, que se están organizando comunitariamente en contextos urbanos.

Ernest Cañada interpreta que el TRC debe orientarse al mercado interno, cual es su reflexión al respecto?

El trabajo de Ernest Cañada siempre ha sido para mí una referencia. Coincido con él en que la estrategia de orientar el TC a un público de altos ingresos no es la adecuada, pues necesita de unas infraestructuras y “estándares de calidad” que están muy lejos, actualmente, de lo que las iniciativas de TC pueden ofrecer, y que cabe preguntarse si sería bueno desarrollar, ya que muchas veces supondrían una brecha respecto a las condiciones de vida de los habitantes de la comunidad. También es cierto que, si este nicho procede de mercados internacionales, precio e impacto ambiental pueden aumentar.
Para el caso chileno, el mercado interno tiene que ser, de hecho, la apuesta más fuerte. Sin embargo, no hay que perder de vista el flujo de turistas internacionales que llegan al país y lo recorren prácticamente de un extremo al otro, en busca de sus destinos más emblemáticos. El objetivo de Travolution, con el que coincido plenamente,  es vincular estos destinos a los emprendimientos comunitarios que existen en esas zonas, de manera que turistas nacionales o extranjeros tengan una experiencia de viaje más completa, a la vez que dejan allí parte de sus recursos.

Cree que la producción cientifica tiene alguna incidencia real en el desarrollo de los proyectos comunitarios?

Espero que sí, aunque es sabido que los tiempos a menudo están desacompasados. En Travolution tenemos un área de investigación orientada, sobre todo, a unir temas de interés académico y científico con lo que pasa en terreno, las necesidades que hay allí. En el Encuentro Nacional participaron activamente la Universidad Andrés Bello y la Católica de Villarrica, pues se trataba de que hubiera un diálogo, un acercamiento real. Actualmente seguimos viendo líneas de colaboración con ellos y otras instituciones académicas.

Considera que la universidad, en los casos que conoce, se vincula con la comunidad y esta recibe los beneficios, por ejemplo en capacitación? Existen posibilidades de mejora en el feed back?

Conozco algunas iniciativas de formación (en ecoguías, por ejemplo) que han funcionado bien. También casos de tesistas que han contribuido a identificar rutas y han hecho trabajos comprometidos y de calidad. El desafío es sistematizar necesidades y posibilidades de satisfacerlas, para poder unir  ambas partes de la manera más eficaz posible, sin duplicidades ni solapamientos. La creación de la Red de Turismo Comunitario en la que estamos trabajando apunta en esta línea.

El turismo rural, puede contribuír a que las mujeres incrementen su conciencia de genero? Es beneficiosa esta modalidad o es otra forma de agregarles carga laboral?

Bueno, creo que el reto es sobre todo que hombres y mujeres  reconozcan el valor –en todos los sentidos- del trabajo de las mujeres, cuando es remunerado y cuando no lo es, y que las mujeres encuentren espacios donde reivindicar ese valor, sin constricciones que a menudo vienen desde casa. En este sentido, las mujeres pueden lograr “empoderarse” a través del turismo, pero, como para todo, depende de cómo estén diseñados los proyectos y de que haya buenos profesionales implicados, que incorporen explícitamente una visión de género.

Qué la impulsó a involucrarse en la organización de un encuentro como este?

Su objetivo de hacer dialogar a las partes, en un encuentro en el sentido amplio de la palabra, donde la visión de la academia y las instituciones estaba al servicio de las comunidades, y no al revés. Ya conocía a Travolution y me identificaba con su misión y su forma de trabajar, y también estuve en la reunión en la que se gestó todo, con una iniciativa y un protagonismo muy grandes por parte del Centro Cultural Mapuche Rayen Wekeche, que tiene sede en Elicura (donde se celebró el Encuentro) y que fueron coorganizadores, con Travolution. Mi labor como coordinadora del programa me dio la oportunidad de afrontar de la mano de las comunidades el reto de trabajar por el avance  de un turismo comunitario y sostenible en Chile. También me motivó el  que el Encuentro nunca se viera sólo como algo puntual, que crea expectativas y luego no tiene seguimiento, sino como una iniciativa con proyección y continuidad. Ahora, las siguientes acciones pasan por la celebración de un segundo Encuentro, y por compartir aprendizajes y experiencias con otros países. En este sentido, poder colaborar con iniciativas de turismo comunitario en Argentina sería muy positivo, y esperamos que así ocurra próximamente.

martes, 20 de marzo de 2012

Turismo alternativo

por Canoni Juan Pablo (UNS) y Schenkel Erica (CONICET - UNS)

El turismo alternativo se incluye dentro de las concepciones de turismo responsable, justo y solidario, fundamentado en los valores humanistas de la actividad. Se origina al manifestarse los primeros impactos negativos que ocasiona el turismo, principalmente en los países en vías de desarrollo.
En la mayoría de los países del Tercer Mundo, el turismo, lejos de los argumentos académicos que lo proclaman como un factor de desarrollo, acentúa aún más las desigualdades, convirtiéndose en un claro instrumento de dominación. El modelo turístico dominante usufructúa la explotación de los recursos turísticos del Sur en beneficio de las trasnacionales, las grandes cadenas hoteleras, las líneas aéreas y los tour operadores, mientras que los locales ven depredar sus riquezas sin siquiera poder contemplarlas. Los atractivos son disfrutados, explotados y usufructuados por el “primer mundo” y el perjuicio es absorbido por las poblaciones locales, que son empleadas en puestos de trabajo informales y de baja calificación, que sufren flagelos como el trabajo infantil y la prostitución y que ven aumentar drásticamente el precio de la tierra y del agua. Casos representativos de lo antedicho lo constituyen los países caribeños, que año tras año incrementan las cifras de turismo internacional, mientras que sus indicadores sociales continúan empeorando.
Frente a este estado de situación, surge la necesidad de pensar otra forma de hacer turismo. Su abordaje desde el enfoque alternativo, promueve modelos turísticos opuestos al dominante. Modelos que consideren la participación de la población local, que contribuyan a sus economías, que tiendan a la democratización en la toma de decisiones y de gestión, que permitan una distribución más equitativa de los recursos generados y que perturben en menor medida el sistema socio económico y ambiental del lugar de acogida. Asimismo, el turismo alternativo se considera un movimiento social, que pretende combatir los perjuicios de los modelos turísticos hegemónicos y que denuncia a sus principales agentes: al sector empresario internacional y a aquellos poderes locales y extranjeros que los apoyaban (Jordi Gascón, 2012).
En este sentido, cabe aclarar que el turismo alternativo no es sinónimo de ecoturismo. La sostenibilidad turística no es solamente sostenibilidad medioambiental, sino también sostenibilidad social. El error de la corriente ambientalista es mantener un compromiso únicamente con el futuro sin considerar el presente. De nada sirve ser sostenible desde el punto de vista natural, si lo que se sostiene en el tiempo es un sistema injusto para una buena parte de la sociedad en que se desarrolla (Carlos Tuduri, 2006)
Asimismo, es importante alertar de la utilización falaz que algunos actores hacen del concepto. Aquellos promotores del modelo dominante, que el turismo alternativo denuncia, utilizan el término como sello de calidad para incrementar aún más sus ganancias. Se valen del aval de agentes autodenominados “sociedad civil” y profesionales especializados, que se promocionan como defensores del bien común y en realidad sirven a los intereses concentrados.
De esta utilización falaz, “propagandística”, se pueden encontrar diferentes ejemplos. Los más emblemáticos los constituyen la Responsabilidad Social Corporativa y la metodología Pro-Poor Tourism, surgida de la cooperación británica. Ambas, enmascaradas en principios de solidaridad, caridad y sustentabilidad ambiental, han logrado reafirmar sus metas económicas y de dominación.
El turismo alternativo necesita de sociedades civiles participativas y de Estados Nacionales que, lejos del carácter mínimo que propone el neoliberalismo, cuenten con las herramientas normativas y legales necesarias para garantizar su pleno desarrollo. No se debe permitir jamás, que los promotores del turismo concentrado, se apropien de los nobles principios del turismo alternativo para potenciar aún más sus utilidades. No alcanza con proclamar un apoyo al turismo alternativo, es necesario el impulso de políticas públicas concretas, que tiendan a hacerlo efectivo.

Fuentes: A. Santana Talabera, “Desarrollos y conflictos en torno al turismo rural: claves y dilemas desde la antropología social”, en IIIº Congresso Internacional sobre Turismo Rural e Desenvolvimiento Sustentável. Citurdes o Rural como Nova Opção de Oferta para o Turismo, 2002. - C. Tuduri, “¿Hacia un turismo más justo?, en Foro de Turismo Responsable, 2006 - J. Gascón. “Turismo Responsable: ¿Un término usurpado por el capital trasnacional?, en J. Buades (et al), El turismo en el inicio del milenio: una lectura crítica a tres voces, Madrid, 2012 - RITIMO, “Tourisme solidaire”, junio 2010. - R. Bustos Cara, “Identidad, turismo y territorios locales. La permanente construcción de valores territoriales”, en Aportes y transferencias, año 5, vol. I, pp. 11-28, 2001

Fuente: http://www.cecies.org/articulo.asp?id=373

martes, 6 de marzo de 2012

Turismo social

por Erica Schenkel (CONICET - UNS)



El turismo social se origina a mediados del siglo XX, con la proclamación del turismo como un derecho inalienable del hombre. Surge para coadyuvar a que ciertos colectivos vulnerables puedan hacer efectivo su derecho a vacacionar. Entre los grupos sociales que contempla, se incluyen: los jóvenes, la tercera edad, las familias con bajos ingresos y aquellos que padecen algún tipo de discapacidad. De este modo, el turismo social reivindica los principios humanistas y solidarios de la actividad y fundamenta su existencia en garantizar el acceso al derecho al ocio sin ningún tipo de barreras.

En cuanto a su conceptualización, la Organización Internacional del Turismo Social (OITS), lo define como el “…conjunto de relaciones y fenómenos que resultan de la participación al turismo y en particular de la participación de capas sociales con recursos modestos. Esta participación es posible, o al menos es facilitada, gracias a medidas con un carácter social bien definido” (Estatutos, 2003). Esta definición genérica que propone la OITS, puede ser complementada a partir de diferentes abordajes. Si lo analizamos específicamente desde la arena política, como instrumento público, refiere al conjunto de objetivos, decisiones y acciones, que programa e implementa, principalmente, un gobierno, para hacer efectivo el derecho al turismo y a la recreación en aquellos colectivos vulnerables.
La lógica de servicio de interés público que proclama el turismo social, hace que ocupe un lugar central dentro de las acciones de gobierno. Las características que lo identifican, como los precios bajos, la carencia de ánimo de lucro y el objetivo de alcanzar el bienestar humano, determinan que sea imprescindible para su desarrollo, el impulso desde los Estados, en acción coordinada con las asociaciones civiles (Robert Lanquar, 1984). El turismo social necesita de gobiernos providentes, que dentro de las políticas sociales impulsen la democratización de estas prácticas. En este sentido, la ampliación social del turismo, es un instrumento fundamental en el camino de la inclusión de los pueblos, al promover la igualdad de oportunidades y la reivindicación social de aquellos sectores marginados.
La concepción de entender a la actividad como un derecho universal, razón de ser del turismo social, es producto del conflicto, de la puja entre clases, de las reivindicaciones sociales que conquistan los trabajadores. La primera institución de carácter internacional en proclamar el derecho, fue la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1936, el Convenio 52 reglamenta el “derecho a las vacaciones pagadas” para todas las personas. A partir de este documento, los trabajadores disponen de días no laborables pagos para emprender prácticas turísticas. La exclusividad en el acceso al turismo en sectores aristocráticos hasta mediados del siglo XX, no se debe a un problema de imposibilidad de gasto de los asalariados, sino a algo mucho más elemental, la indisponibilidad de tiempo físico para el descanso. Más de una década después, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en 1948, establece el “Derecho al descanso y a su aprovechamiento” (Artículo 15). Ese mismo año, la Declaración Universal de los Derechos Humanos lo ratifica, al proclamar que “toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagas” (Artículo 24). Luego surgen otros pronunciamientos en la misma dirección, entre ellos: el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966; la Carta de Viena, 1972; la Declaración de Manila, 1980; el Documento de Acapulco, 1982, la Carta del Turismo y Código del Turista, 1985; la Declaración de Montreal, 1996; y el Código Ético Mundial para el Turismo, 1999. Con la proclamación de estos documentos, se sientan las bases para la ampliación social de la actividad, al generar las condiciones materiales y legales para que el acceso al turismo deje de ser un privilegio y se convierta en un derecho de todos los sectores.
En este aspecto, cabe destacar la posición de vanguardia que asumió América Latina. Además de impulsar el primer acuerdo internacional que refiere al derecho a las vacaciones pagas, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, fue pionera en las ratificaciones del Convenio 52. Los gobiernos populistas de Lázaro Cárdenas en México y de Getulio Vargas en Brasil, se convirtieron en los primeros, a nivel mundial, en ratificar el Convenio del derecho a las vacaciones pagadas en 1938, acuerdo al que adhiere siete años después Juan Domingo Perón, siendo la Argentina el séptimo país del mundo en convalidarlo (OIT, ILOLEX. Ratificaciones Convenio 52).
Esta posición de avanzada de Latinoamérica, se explica por la esencia “populista” que irrumpía en la región. El reconocimiento de derechos o el impulso de políticas públicas para aquellos sectores marginados, depende, principalmente, del carácter de los gobiernos. Por este motivo, las primeras medidas que tienden a la democratización del turismo en el mundo, se originan en países de regímenes socialistas o socializantes, a medida que se fueron promoviendo los derechos laborales; los Estados de gobiernos liberales, las adoptan posteriormente, en especial al finalizar la Segunda Guerra Mundial (Lanquar, 1984).
Como reflexión final, cabe señalar que si bien se ha avanzado en materia de turismo social, a partir de documentos y políticas públicas concretas, todavía falta mucho para que el acceso a estas prácticas sea un derecho social efectivo. Aun las mayorías mundiales permanecen excluidas de su disfrute, por no contar con los ingresos mínimos necesarios para acceder a su consumo. En este sentido, se necesita de gobiernos providentes que, en el marco de políticas de inclusión, cuenten con medidas de turismo social, que tiendan a hacer efectivo el derecho al ocio, incluso para aquellos que no pueden pagarlo. Posibilitar su acceso en sectores marginados, es una forma de contenerlos, de hacerles sentir que “algo” al menos les pertenece.
Fuentes:
Organización Internacional de Turismo Social (OITS). Estatutos. 2003; …Carta de Viena. 1972; …Declaración de Montreal. 1996 – Asamblea General de las Naciones Unidas. Declaración Universal de los Derechos Humanos. 1948; …Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. 1966 – Organización de los Estados Americanos. Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. 1948 – Organización Internacional del Trabajo. Convenio 52. 1938 – Organización Mundial del Turismo. Carta del Turismo y Código del Turista. 1985; …Código Ético Mundial para el Turismo. 1999; …Declaración de Manila sobre el Turismo Mundial. 1980; …Documento de Acapulco. México. 1982 – R. Lanquar. “El turismo social y su lógica como servicio de interés público” , en Estudios Turísticos, Madrid, 1984

Fuente: http://www.cecies.org/articulo.asp?id=372 - Proyecto: DICCIONARIO DEL PENSAMIENTO ALTERNATIVO II

miércoles, 22 de febrero de 2012


Entrevista a Mateo Estrella Durán 15 de diciembre de 2011

Decano de la Facultad de Ciencias de la Hospitalidad de la Universidad de Cuenca en Ecuador. Abogado, consultor y profesor, este académico nos dejó varios conceptos interesantes sobre el turismo comunitario en este país: 



"...no hay que olvidarse que el turismo comunitario nació como una estrategia de defensa del territorio."
"Primero me parece fundamental que exista un concepto de comunidad. Es decir que la gente tenga un fin común a todos. Creo que es lo primero, lo segundo es que exista –claro que es un poco idílico, pero es lo segundo que debería existir- es un afán de preservar el bien común sobre el interés individual."
"...mucha cooperación internacional fue demasiado protectora de las comunidades, sobre protectora de las comunidades, y no les dejó que se desarrollen por sí solas"
"El proceso debe ser de los países que reciben la cooperación, que sepan y orienten adonde va esa cooperación"


Como fue tu inicio en el trabajo en la Universidad?

   En realidad yo tengo una doble formación: Primero soy abogado pero al mismo tiempo estudié el tema del turismo, porque siempre trabajé en el sector turístico. Toda mi carrera universitaria fui guía de turismo. Siempre me gustó el sector. Básicamente pasé por varios aspectos del sector turístico: Trabajé de guía, trabaje en aerolínea, trabaje administrando un pequeño hotel. Siempre me gustó el contacto con el sector turístico. Empecé en la universidad en realidad hace 8 años, en 2004, en la Universidad de Cuenca, que es una universidad pública en Ecuador, es la segunda universidad pública más antigua de Ecuador, fundada en 1867. El rector de esa época me llamó para ayudarle a abrir un programa de turismo. No había una escuela de turismo pero había el interés que se abra, entonces fui contratado, primero como un contrato de servicios profesionales para asesorar a la universidad en estructurar un programa de turismo. Entonces empezó mi vinculación con la universidad. Antes de eso había dado clases en otras universidades, pero era de manera un poco más…, no informal sino eventual. Hicimos el estudio para abrir la carrera de turismo y fue una buena oportunidad porque la diseñamos desde cero. Básicamente empezamos a trabajar, luego me fui vinculando más a la universidad. Me contrataron como profesor, luego me presenté a un concurso para la cátedra, gané el concurso y desde ahí que estoy. Fue interesante porque como armamos esto desde cero, hubo después la posibilidad de vincularme a la dirección del programa, y luego fui electo decano, cuando el programa de turismo pasó a ser facultad. Me eligieron decano por 3 años, estoy cumpliendo mi período ahora en marzo, y estoy contento con lo que se ha hecho. 


O sea que tu vinculación con el turismo viene de haber trabajado primero en la parte privada y después te convocaron?



   Efectivamente, bueno yo estuve en la parte privada cuando era estudiante, pero cuando me recibí de abogado, trabajé en el sector público también, en el ministerio de turismo. Empecé como asesor jurídico del ministerio, luego de 2000 a 2003 fui viceministro de turismo. Entonces también conozco el lado público del tema. También conozco el lado de la consultoría y de la asesoría porque nunca me he desvinculado de eso. Profesionalmente primero solo y después através de la universidad hemos ido colaborando en proyectos de consultorías, asesorías, investigación de varios aspectos del tema turístico. Es interesante porque conozco el lado público y el lado privado. Además en una época fui gerente hotelero, de un hotel boutique, de un hotel novedoso, fui gerente por 3 años, mientras estaba en la universidad a tiempo parcial. Entonces fue también interesante conocer el otro lado de la moneda.

Qué entendés por turismo comunitario?

   Bueno para mí turismo comunitario es una forma de gestión. Para mí no es una modalidad turística por sí misma, es una forma de gestión porque el turismo comunitario lo que hace es organizar una visita turística en base a una estrategia de una comunidad. En Ecuador son comunidades indígenas pero pueden no serlo. Toman al turismo como una actividad complementaria a sus ingresos provenientes de la agricultura, generalmente. Es una forma de gestión porque ellos pueden ejercer cualquier tipo de otra actividad turística, pueden hacer ecoturismo, turismo cultural, o turismo rural pero la diferencia es como manejan los recursos, como deciden que hacer con el dinero que obtienen. Y esta decisión se basa en una estructura de consenso comunitario, y básicamente lo que hacen estas comunidades es destinar las ganancias que tienen a su proyecto de interés social, y luego repartirlo entre las familias que participan. Entonces para mí, es más que una modalidad turística es una forma de gestión, de como ellos manejan su realidad, y como comparten el reto de haber trabajado en una estrategia productiva como es el turismo.

Cual crees que son los aspectos fundamentales para definir esta forma de gestión?

   Primero me parece fundamental que exista un concepto de comunidad. Es decir que la gente tenga un fin común a todos. Creo que es lo primero, lo segundo es que exista –claro que es un poco idílico, pero es lo segundo que debería existir- es un afán de preservar el bien común sobre el interés individual. Me parece que esa es una condición interesante, y tercero que sea una estrategia que funcione. Porque puede haber mucho idealismo en el tema pero si no funciona, si no hay turistas que vayan hay problemas. Entonces yo le doy estas tres perspectivas.

Cual te parece que es el papel que ha jugado la cooperación internacional?

   Creo que la cooperación internacional fue una gran impulsora del turismo comunitario, al menos en mi país. Porque ellos pusieron la semilla de la estrategia, de financiar a las comunidades, de incentivarlas a que empiecen estos proyectos. Sin embargo yo soy crítico de la cooperación internacional, porque mucha cooperación internacional fue demasiado protectora de las comunidades, sobre protectora de las comunidades, y no les dejó que se desarrollen por sí solas. Entonces fueron buenos padrinos, pero al final no dejaron que extienda las alas la comunidad con su operación y vuele más alto. Yo creo que eso se dio básicamente por un malentendido paternalismo, seguramente. Puede haber existido por una falta de capacitación, de educación y de enseñarles a ver un poco más allá a ciertas comunidades, y finalmente cuando –porque no es todo es para siempre- cuando se fueron las ONGs, la cooperación internacional, hubo problemas. Las comunidades no sabían como manejarse por sí mismas. Yo creo que el papel de la cooperación internacional es fundamental, pero siempre y cuando se consigan capacidades internas de las comunidades, para que las comunidades puedan salir adelante.

El estado ha intervenido para evitar las fallas que comentas?

   Yo creo que poco a poco se va organizando. No creo que el estado tenga un papel definitivo en orientar las acciones de la cooperación, pero al menos en el caso de mi país si debe orientar a la cooperación. Creo que sí hay cooperación internacional muy seria, que básicamente depende de los países grandes. Al mismo tiempo hay una cooperación que trata un poquito de hacer lo que le conviene. Sobre todo algunas agencias que no dependen de los gobiernos sino que responden a otro tipo de intereses. Creo que ese tipo de cooperación trata de crearse un nombre, un curriculum, en base a trabajar en países que necesitan cierto tipo de ayuda. El proceso debe ser al contrario: El proceso debe ser de los países que reciben la cooperación, que sepan y orienten adonde va esa cooperación, yo creo que va por ahí. 


Como han sido los desarrollos más exitosos y menos exitosos de las comunidades en estos años de turismo comunitario?



   El desarrollo ha sido desigual. Esto es normal, no quiero decir que sea malo. Ha sido desigual precisamente porque las comunidades que están trabajando en turismo han empezado apoyadas por distintas entidades, otras no han sido apoyadas, otras tuvieron más contactos con agentes externos, que han potenciado su trabajo, otras no han tenido eso. Unas han tenido dirigentes fuertes, otras no los han tenido, entonces por eso el proceso de desarrollo ha sido diferente. Es un proceso que ha tomado años, ciertas operaciones que ahora son eficientes, han tenido una trayectoria importante de trabajo, y en ese trabajo ha habido aciertos y ha habido yerros también. Entonces no hay que juzgar a una operación únicamente si es exitosa hoy en día. Hay que juzgar cual ha sido la historia de esa comunidad y ver como está trabajando esa comunidad. Creo que si las comunidades les ponen ganas, le ponen fuerza, eso es lo más importante que hay. Tampoco hay como comparar, comunidades exitosas por el número de turistas que reciben, o por el período de tiempo que están trabajando. Creo que hay que situarse en la cosmovisión de esas comunidades, ver la realidad cultural que ellos tienen y ver como han ido trabajando. Es importante que las comunidades pasen por un proceso de capacitación, para que los miembros de las comunidades puedan potencializar sus capacidades. No hay que olvidarse que son comunidades campesinas, indígenas, que han estado relegadas del sistema educativo, social por muchos años y desde un período relativamente corto, desde los años 80, 90 recién empiezan a incorporarse como sujetos con muchos más derechos dentro de la sociedad, entonces es complejo hacer un juicio de valores desde una perspectiva distinta. Ellos tienen una perspectiva histórico-social diferente. Yo creo que hay que entender este fenómeno en su real dimensión. 

Mencionaste la capacitación, la universidad pública ha jugado algún papel en la capacitación de las comunidades? 



   Bueno si. No puedo generalizar que toda la universidad pública ecuatoriana ha jugado un papel, yo creo que ciertas universidades hemos visto en el turismo comunitario una buena oportunidad para ayudar en lo social de las comunidades. Yo puedo hablarte por mi universidad, nosotros estamos vinculados con las estrategias de turismo comunitario casi desde que inicio mi facultad. Creo que llevamos más de 6 años trabajando en temas del aspecto de turismo comunitario, hemos trabajado en aspectos de investigación, lo que nos ha llevado a conceptualizar el turismo comunitario, nos ha llevado a entender un poco más este fenómeno social que existe. Al mismo tiempo, hemos hecho procesos con algunas comunidades efectivamente de capacitación, no solo nosotros, sino con otras entidades públicas, como el ministerio de turismo por ejemplo, con organizaciones campesinas y eso ha sido muy interesante porque hemos podido trasladar un conocimiento que nosotros tenemos en tres áreas básicas:
Manejo turístico,
Administración hotelera,
y en el área culinaria o gastronomía.
   Entonces ha sido interesante porque mediante esos procesos de capacitación, hemos podido realizar cambios reales en las capacidades de mandos medios y operativos porque ha eso hemos llegado. A los mandos medios y operativos que están en contacto con el turista, en vinculación diaria con las operaciones turísticas de sus comunidades y yo creo que se han mejorado efectivamente esas capacidades. Esto ha significado que la comunidad tenga un mejor estándar de calidad de servicios y pueda tener una mejor capacidad de vincularse con los visitantes. Ha sido un proceso interesante. Ahora mismo estamos terminando un proceso de capacitación a comunidades indígenas, en una provincia que se llama Cañar, en el Ecuador, que es una provincia que tiene una alta concentración indígena, y tienen turistas que les visitan, tienen un gran patrimonio arqueológico, y nos han pedido cierto tipo de ayuda que les estamos dando através del ministerio de turismo. Es importante que seamos socios estratégicos para que marche de manera adecuada.

Hablanos de la representatividad que tienen las comunidades en el gobierno

   En los años 90, se organizo el movimiento indígena en el Ecuador. Incluso crearon un brazo político de esta organización. La CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador), y el brazo indígena se llama Pachakutik, que es un partido político. Empezaron a tener un papel importante en la política ecuatoriana. Los años 90 fueron complejos, porque fue una época de mucha inestabilidad, tanto política como económica en el Ecuador, entonces los indígenas han jugado un papel muy importante en apoyar la caída de gobiernos y en apoyar otros procesos. Aliándose, algunos dirigentes indígenas llegaron a tener importantes cargos gubernamentales. Una de ellos fue vicepresidente del congreso nacional, otros ministros de estado. Son gente muy capaz, muy preparada, no es que esos cargos se los van a dar solamente por ser indígenas, por un tema político. Se los ganaron por una muy buena fortaleza propia. Tenemos ahora un gobierno, que va 5 años en el poder y al inicio de este gobierno (este es un gobierno de izquierda) contó con el apoyo del movimiento indígena. Sin embargo el gobierno no satisfizo los intereses indígenas, los indígenas acusaron al gobierno de haberles traicionado y ahora estamos en un alejamiento. Se ha debilitado mucho el movimiento indígena en estos años, debido precisamente a esta falta de apoyo del gobierno actual. En el aspecto del turismo, básicamente a fines de los 90 principio de los 2000 empezó a salir el tema del turismo comunitario. En el 2001, si no me equivoco se constituyo la FETC, que es la Federación de Turismo Comunitario de Ecuador, que agrupa a varias comunidades y ha jugado un papel también político, no hay que olvidarse que el turismo comunitario nació como una estrategia de defensa del territorio. La FETC sigue siendo una organización que representa a estas operaciones comunitarias, que coordina con la CONAIE, pero que tiene un papel de representar a estas comunidades ante el Estado, para mejorar la situación de estas comunidades. 


De acuerdo a lo que comentabas, en este divorcio ha habido políticas que han favorecido al turismo comunitario en estos últimos años?

   Es un poco contradictorio. Creo que hay un discurso político de apoyo al turismo comunitario, evidentemente es algo que no se puede dejar de apoyar. En la práctica, no se que tanto apoyo formal existe. El apoyo formal se consigue con recursos. Con dinero, con normas, con políticas que faciliten la actividad. Me parece también que hace falta cuidar a esta actividad. Creo que existen contradicciones. Hay un discurso de apoyo, pero no se que tan cierto es ese apoyo.

En Ecuador se ha dado un marco regulatorio especial para el turismo comunitario?

   La ley de turismo reconoce al turismo comunitario como una actividad posible, sin embargo se ha dado (a mi modo de ver) un retroceso en la legislación secundaria. La legislación secundaria es una legislación que debe garantizar y facilitar las operaciones de turismo comunitario, está bastante mal desarrollada, porque está hecha desde un escritorio en la capital sin tener en cuenta las peculiaridades que tiene una actividad turística en el campo. Es un error común que suele pasar en nuestros países. Habría que abrir más la legislación y hacerla más flexible. En cuanto a la legislación de Costa Rica, que es una ley de fomento al turismo rural y comunitario, habría que ver como se desenvuelve, puesto que es una ley nueva.

Cuales crees que son los retos a futuro del turismo comunitario en Ecuador?

   Hay varios retos interesantes:
El primer reto es que el turismo comunitario debe tratar de atender las necesidades de la demanda turística. Básicamente ha sido un modelo que se ha centrado en la oferta turística, entrego un producto de acuerdo a los intereses locales, pero no se ha fijado en las que es lo que quiere la demanda. Creo que eso es importante definirlo.
El segundo es (en algunos casos, no en todos) que se definan ciertos aspectos de calidad. Visitar una operación de turismo comunitario no es visitar una operación donde se comparta pobreza. Es importante tratar de que la calidad suba un poquito, en las comodidades que el turista pueda tener. Imposible es pretender que esa calidad se asemeje a los estándares de calidad de una operación urbana, pero si debería trabajarse para que exista un mínimo de seguridad en varios aspectos, sobre todo sanitarios y en algunos aspectos operativos. Lo que te digo no se aplica a todas las comunidades, algunas lo están haciendo muy bien, otras necesitan pulir un poco el tema de calidad.
Luego creería que es importante que se trabaje en el tema del mercadeo. Una vez que el tema de calidad esté un poco más definido y un poco más operativo, el tema de mercadeo es fundamental.
Otro tema que me parece interesante es que debe haber un acercamiento mucho más estrecho entre las operaciones de turismo comunitario y los operadores tradicionales. Ahora no están muy unidos, cada quien trabaja por su lado y creo que si hay ese acercamiento, si los operadores toman como parte de su operación a ciertos aspectos del turismo comunitario, es un producto que puede lanzarse al mercado internacional y potenciarse muchísimo, pero siempre y cuando exista esta alianza. Es muy complicado que los operadores comunitarios tengan los medios para salir al mercado por si solos. En cambio los operadores tradicionales tienen mucha experiencia en la cadena de intermediación. No hay que olvidarse que el turismo trabaja en base a las cadenas de intermediación. Es importante también que productos que no pueden alcanzar un mercado internacional, también puedan insertarse en el mercado local, que es un mercado menos exigente, con ciertas características, incluso en la estructura de precios, que es interesante. 

Cree que las experiencias de turismo comunitario han evitado en alguna medida el éxodo rural?

   Si, definitivamente. Yo creo que el turismo comunitario tiene muchísimas virtudes. Una de las virtudes que tiene es proveer a las personas de una actividad económica, un ingreso económico extra, el turismo comunitario no implica que las comunidades abandonen otras actividades, como la agricultura, la ganadería y la pesca sino que es un complemento. Como es un complemento, ha permitido a ciertas comunidades (en escalas muy pequeñas pero que es muy importante para ellas) tener la posibilidad de contar con un ingreso adicional, de contar con recursos que les permitan subsistir, y por supuesto dejar de migrar, no abandonar el campo. Creo que ha hecho mucho el turismo comunitario en este respecto. 

Cree que el trabajo académico que se ha hecho sobre el turismo comunitario en Ecuador ha reflejado su realidad, y en alguna medida favorecido su desarrollo?

   Yo coincido (esta es una crítica que se hace desde el sector productivo al sector académico) que los académicos no saben la realidad de lo que pasa en el campo, que no saben lo que pasa en las calles, en el sector turístico, y en parte tienen razón. Sin embargo depende mucho del tipo de investigación que tú hagas. Las investigaciones serias, de los académicos serios, se escriben desde un gabinete pero conociendo que es lo que pasa afuera. Hay gente que no lo hace, pero también existen quienes si lo hacemos, y creo que sería una falta de ética profesional, que en base solamente a información que le han contando y no haberla constatado en la realidad, opine sobre ciertos temas. Tengo una gran simpatía por como se hace investigación en otros países, hay una cercanía muy directa entre el sector turístico y la academia en EE.UU., por ejemplo. En ciertas universidades, no en todas por supuesto. Básicamente hay mucha confianza, desde el sector público, desde el sector productivo, hacia las universidades. Confían que las universidades investiguen y esa investigación les sirva de insumo básico a las otras organizaciones para implementar eso y para poder aplicar y seguir generando conocimiento. Yo creo que es un tema de confianza, hay mucha confianza en la academia para que investigue, para que ponga en uso del sector productivo las herramientas que vaya arrojando esta investigación, eso me parece fundamental. Creo que en nuestro caso, el trabajo que hemos hecho sobre turismo comunitario ha sido bastante cuidadoso de respetar exactamente lo que está pasando. El trabajo lo hemos hecho con un equipo de antropólogos que han estado en el campo por varios meces, conviviendo con las comunidades, entendiendo a las comunidades, viendo como son las relaciones productivas y sociales dentro de esas comunidades. Creo que hemos hecho un trabajo con cuidado para evitar estos desajustes que pueden existir.

Cual es el mercado emisor del cual provienen los turistas al Ecuador?

   El primer país que nos provee de turistas es EE.UU., luego están los países fronterizos, Colombia y Perú y luego está Europa. Europa con un mix de nacionalidades, sobre todo hay alemanes, holandeses, españoles, de todo un poco. Argentina ha tenido un crecimiento interesante, en cuanto a proveernos de turistas. Se conocía poco el Ecuador acá, y creo que ahora hay una buena difusión de lo que pasa en el turismo ecuatoriano hoy en día. Lo ven como un destino exótico, un destino diferente, un país pequeño, fácil de moverse, un país que no es tan caro, entonces eso ha implicado un desplazamiento creciente. Hace un par de años no había vuelos directos a Ecuador, Aerolíneas Argentinas voló hace muchos años pero dejó de hacerlo y creo que desde hace un año y medio 2 años hay vuelos directos, al menos 5 veces por semana entre Buenos Aires y Quito, Guayaquil, creo que es interesante, creo que se va abriendo el mercado. En cuanto al turismo comunitario hay mucho interés, nacional primero, no hay cifras del turismo comunitario, es una pena, no ha habido un esfuerzo de tener datos del turismo comunitario, pero mucho turismo nacional y luego algo de turismo europeo, que están un poco en la onda de los viajes de filantropía, de los viajes de voluntariado, de apoyo a ciertas iniciativas, muy pocos turistas norteamericanos, y seguramente cambiará pero creo que es la composición que existe.

Que tendencia observa para el turismo comunitario en Ecuador?

   A futuro creo si se va cumpliendo cierto proceso de evolución normal, se va mejorando la calidad, se va buscando un mercado más específico, y se van haciendo alianzas, con organismos privados, con gremios de turismo, creo que podría tener un futuro interesante. También es importante saber que es básico que las comunidades puedan tener un manejo profesional. Para tener ese manejo profesional, sus cuadros directivos tienen que educarse y tienen que pensar que este es un proyecto a futuro, deben empezar educación secundaria y superior para sus futuros dirigentes. Creo que si se forman bien los dirigentes futuros, si se van formando cuadros importantes, creo que esos cuadros podrán manejar de mejor manera las operaciones. Apostaría por eso, porque el proceso vaya avanzando, pero que vaya avanzando con profesionalización, como pasa en todo y como ha pasado en el turismo, en el mundo, en el país, en todos lados, que poco a poco se ha ido profesionalizando, que ha habido un interés que las cosas se vayan dando.

martes, 14 de febrero de 2012


Entrevista a Darío Coria
Representante técnico de "Huellas de San Francisco" Santiago del Estero

La entrevista que sigue tiene algunas particularidades: 
Quienes prestan el servicio de turismo comunitario no se reconocen de alguna etnia en particular, sino que se denominan pequeños productores.
Con solo dos años de desarrollo, los servicios de alojamiento son diversos y se prevé un crecimiento sostenido.
Esto nos hace pensar que la asociación entre turismo comunitario y pueblos originarios no es exacta ni excluyente. La clave está dada por el sentido de comunidad.

 
La Pre- Cooperativa de Turismo Rural Comunitario "Huellas de San Francisco", está integrada por comunidades de Pozo del Arbolito, Acos, Pozo de la Orilla y el Brete. Las
mismas se encuentran en el departamento Río Hondo, Santiago del Estero. Sus miembros son pequeños productores, que fundaron esta pre cooperativa a mediados del 2009, y desde ese año reciben turistas. En la actualidad se ofrecen servicios en las modalidades de agroturismo, ecoturismo y turismo cultural.
Nos cuenta Darío que su rol dentro de la comunidad es "Extensionista especializado en turismo rural del INTA de Santiago del Estero. Me desempeño como técnico del grupo."
Relata cual fue la motivación de la comunidad para abrirse al turismo:

"En talleres regionales con distintos actores de la región surgió que el turismo rural es visualizado como una oportunidad para el desarrollo local del medio rural. A partir de allí el INTA de Santiago del Estero comenzó a trabajar en la temática."

El principal promotor de Huellas de San Francisco es el INTA, y se trabaja en forma articulada con RATURC y PRONATUR. Siendo un representante del Instituto, nos relata que entiende como gestión comunitaria: 
 
"Se trata de que las comunidades rurales por medio de organizaciones de base y procesos participativos gestionen los diversos aspectos sociales, ambiéntales y económicos que hacen a su vida."
 
En cuanto a los beneficios, remarca que notan una mejora en los ingresos, se percibe una re-valorización de la vida del campo y por último pero no menos importante, se da un intercambio intercultural enriquecedor. Como perjuicio, nota que
 
"se satura a la gente con las actividades que son propuestas desde los distintos programas nacionales que se ejecutan en territorio, no solo los turísticos, sino otros como Minifundio y Pro- huerta del INTA y la Subsecretaría de Agricultura Familiar. "
 
Darío nos cuenta que el problema yace en la coordinación. En muchos casos, los destinatarios de diversos programas son personas que ya participan en otro similar, y de no haber una planificación conjunta entre diferentes organismos, puede suceder que las personas se agoten de llevarlos adelante
A futuro, esperan sumar nuevos emprendimientos (hay integrantes que todavía no pusieron en marcha sus emprendimientos), ofrecer excursiones, e implementar una mejora general de servicios.
Otra meta es poder realizar una mejor promoción del producto, así como lograr operar eficazmente una central de reservas vía mail y teléfono. Aunque posiblemente el objetivo más importante será el de consolidarse como Cooperativa de Trabajo Turística.
Siendo una propuesta organizada, con oferta para alojamiento de diverso tipo, (ya que no solo cuentan con plazas en casas de la comunidad, sino también lugar para acampar), creemos que "Huellas de San Francisco" será una alternativa para el turista nacional que ganará en variedad y calidad, sin perder de vista los principios del turismo comunitario.